viernes, noviembre 03, 2006

letras, papeles, letras, papeles, papeles

Navegar por internet, enlaces, webs, descargas, búsquedas, formatos. ¿No tenéis la sensación de pasaros muchas horas en una sala de espera ojeando un suplemento del phonehouse, u otro de esos catálogos con calibre como para reventar buzones? El cánon de diseño web exige horizontalidad, economía, claridad, y sus concreciones se suceden en contrastes previsibles, estructuras clonadas, infoestructuras monolíticas y, resumiendo, en todo el espectro de lo recolectado como supuestamente apto para la intuición pero que resulta el plato fácil servido a la costumbre.

>>Warning:
débil transición entre párrafos .

Es cierto que todavía se manifiesta la anomalía oxigenante. En las webs de algunos artistas y diseñadores, por ejemplo... aunque muchas de ellas sean en realidad
currículums encubiertos en forma de pirotecnia flash, verdaderos floreros de autobombo propietario. ¿Envidia? Por supuesto.

Tal vez, si eres un coleccionista nostálgico, encuentres la variedad entre las retro-web -que aún quedan y nos hacen sentir extrañamente viejos con sus gifs animados y sus tablas- fragmentos de historia que no se sabe bien como sobreviven en Pyongyang y en geocities y por ahí. Pero en general, parece que siempre estemos visitando inagotables archivadores de un ministerio con aspiraciones circenses: modo cuadro, todo pro-forma, todo ajustándose al flujo y ¡aleehop! ¡En línea, en bloque!

La cuestión es que (odios de bibliotecario: ¡malditos archiveros!) no me acostumbro a bucear entre tanto papeleo electrónico, o que ya estoy cansado de buscar, o de editar el css o... un
yo qué sé en el que se debería incluir un ¿tengo que hacer más deporte? Aunque también puede que (warning: intervención del r-e-a-l-i-s-m-o) la tecnología deba ser útil y, al fin y al cabo, el stándar web y los parámetros de usabilidad no sean más que una versión del aburrido sentido común que funciona desde la invención de los índices, las categorías y las páginas amarillas, pero esta vez aplicado al browsing y al grafismo electrónico. Y a lo peor es que puede que todavía no estamos preparados para ir más allá.

Y, sin embargo, ¿no es deseable otra internet? Un ciberespacio donde experimentar más allá del rol del burócrata, una metáfora que nos lanzara por encima del flujo de cuadros, de los formularios, de la necesidad y de la carne.
Luz atravesando un desierto de fluorescencias interconectadas...

"El ciberespacio. Una alucinación consensual experimentada diariamente por miles de millones de legítimos operadores, en todas las naciones, por niños alos que se les enseña altos conceptos matemáticos... Una representación gráfica de la información abstraída de los bancos de todos los ordenadores del sistema humano. Una complejidad inimaginable. Líneas de luz clasificadas en el no-espacio de la mente, conglomerados y constelaciones de información. Como luces de una ciudad que se aleja" William Gibson. Neuromante pp. 69-70

La especie de constelación de arriba es una representación gráfica de este blog. Si tenéis un sitio web también podéis generar vuestra propia versión arbórica aquí.

Y no, internet todavía no es lo prometido.

Y después de este post me siento un poco jipi (por lo de las arborescencias y tal) y un poco el traidor de Matrix. Pero es que hoy ya no aguanto más ni la línea de comandos ni sus malas metáforas.

Quizás lo que verdaderamente desee es otra realidad.

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