domingo, junio 13, 2010

Congratulations: Next Level



La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos. Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto secos en gran medida.

Y me dijo: ¿Vivirán estos huesos? Y dije: Señor, tú lo sabes.

Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: 'Huesos secos, oíd la palabra de Jehová. Así ha dicho el Señor a estos huesos: yo haré entrar espíritu en vosotros, y viviréis. Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy Jehová'.

Profeticé, pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo profetizaba, y he aquí un temblor; y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso. Y miré, y he aquí tendones sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por encima de ellos; pero no había en ellos espíritu.

Ezequiel 37:1-8

lunes, junio 07, 2010

Dial 'S' for Stoßtruppen



O el jueves por la noche yo también fui un comando de élite aerotransportado adolescente.

¿Les suena de algo todo esto?

La partida screencasteada arriba es la primera misión del FPS súperventas de 2007 Call of Duty 4: Modern Warfare. Una misión de fogueo con sabor a arcade de tiro al pato que exhibe el entrañable título de Tripulación prescindible.

Y me sorprende que nadie haya hecho todavía la comparación con el asalto a la Flotilla porque el esquema de desarrollo no es ya similar sino paralelo o, como se suele decir, comparten un guión de manual (si prescindimos del detalle del arma nuclear que aparece en el último cuarto de la partida abriendo la puerta a la conclusión épica).

Atentos:

FPS
Un comando formado por tropas de élite asalta un barco en el alta mar descolgándose desde un helicóptero. Los soldados ejecutan a la tripulación (prescindible) y avanzan con poca o nula resistencia hasta la bodega del navío.

Asalto a la Flotilla
Un comando formado por tropas de élite asalta un barco en el alta mar descolgándose desde un helicóptero. Los soldados ejecutan a la tripulación prescindible y avanzan con poca o nula resistencia hasta la bodega del navío.

Entre los dos abstracts apenas median unos paréntesis. Entre el guión de un mundo vectorial y un mundo efectivo apenas una distinción tipográfica.

Y como es razonable y hasta conveniente suponer de un modo instintivo, a la analogía forzada cabría objetar que los detalles en sí mismos, por pequeños que sean y en este caso son máximos, configuran el todo y el todo es divergencia; que la breve exposición deja atrás universos de elementos coyunturales y lógico-modales que deshacen el intento de comparativa; que si la naturaleza de la narración es necesariamente subjetiva (esto es a su vez contraobjetable), tanto el calibre de la condensación de medios como el de expresiones empleadas en estos pseudobriefings resultan definitivamente tendenciosos, tramposos y de un mal gusto manifiesto.


Cabría presentar, en fin, una batería de reproches que dieran con el experimento de paralelización por tierra, maltrecho y sangrante, con la kipa doblada y tres dientes menos.

De acuerdo.

Ahora, vuelvan a reproducir el vídeo.