lunes, agosto 20, 2012

Los alegres, alegres muchachos


Su voz me trajo a la memoria la descripción que nos hizo una vez durante la cena de un combate en un carro Grant: 

-El cañón del setenta y cinco dispara; el calibre treinta y siete dispara pero está mal ajustado lateralmente; la ametralladora Browning se ha encasquillado. Le indico al conductor que avance, pero por la frecuencia "A" y él (que no me puede oír) mete marcha atrás. Y en el mismo momento en que, desde lo alto de la torreta, veo doce tanques enemigos a cincuenta metros, alguien me alcanza un sándwich de queso.


Keith Douglas. De El Alamein a Zem Zem, p. 228