lunes, enero 29, 2007

Tome Raider


Tengo un amigo (al que por cuestiones de seguridad de ahora en adelante llamaré Tome Raider*) que se ríe de los antihurtos y toda esa ganga electrónica con la que se pertrechan las librerías y, en general, los paranoicos minoristas de la urbe moderna.


Tome Raider es una leyenda entre los atemorizados departamentos de seguridad de los tenderos. Sí, un verdadero ninja de las librerías caras de Barcelona, un forajido invisible que hace pagar sistemáticamente la Tasa Robin por todo el centro ilustrado de la ciudad. Un…, bueno, no me extenderé infinitamente en mi encomio porque ni Tome Raider ni su reputación lo necesitan, pero sí añadiré que mi amigo es uno de esos raros virtuosos para los que siempre es el momento adecuado y a los que no hacen servicio gadget estrafalario o compinche alguno.

Recuerdo con especial cariño una de sus hazañas.

Una mañana, mientras me dedicaba a flanear por una de mis librerías favoritas - por cierto que en un establecimiento frecuentado por snobs profesionales, exquisitamente pijo y de un gusto muy, muy catalán- me asaltaron aquellas pegatinas horrorosas adheridas a los anaqueles de roble: “Local Protegido por Cámaras de Videovigilancia” adevertían en policial negro sobre amarillo.

¡Qué horterada! ¿Cómo se les ocurría colocar esa clase de adefesios en mi local de vagabundeo habitual? ¿Es que ya no se podía adentrar uno ni en la zona gentrificada de la ciudad sin volver a toparse con el vulgo? Alcé mi frente con la languidez del insomne y escruté -¡sí, yo! ¡Escruté!.. Pero con EXTREMO DISIMULO- las alturas y, en efecto, allí estaban, apostados entre cableado y halógenos, los implacables ojos rojos del testigo mecánico.


Me dispuse a salir de la tienda abrumado por el asco y el miedo, cuando algo llamó mi atención. En la sección de filosofía, una de las materias más saqueadas por mi buen amigo, alguien se había dedicado a pegar concienzudamente unos cartelitos al lado de cada aviso antihurto; apostillaban con helvética elegancia: Dix Fois Trop Tard *.


Y yo susurré para mis adentros: Tome Raider…

* Saqueador de libros
** Demasiado tarde…

sábado, enero 27, 2007

Flack!!


Los ingleses transformaron el acrónimo del cañón de defensa antiaérea (ACC, Anti Aircraft Cannon) en la onomatopeta "ack-ack". Al cañón de defensa antiaérea alemán lo llamaban flack (acrónimo de Fliegerabwherkanone). Sin embargo, el Oxford English Dictionary recoge el término "flack" para denominar al cañón de defensa antiaérea alemán. Puede que se debiera a que los ingleses contagiaran el nombre del cañón de defensa antiaérea alemán con el del suyo propio: Flack-Ack.

Parte de la nota al fragmento 25 de Me acuerdo, de Georges Perec

jueves, enero 25, 2007

He recibido un comentario-queja...

... sobre la entrada del martes 16 de enero, la del temita del suicidio, ya sabéis. He decidido reproducirla como post en la columna principal y bajo la categoría De repente un extraño porque es un escrito: FA-BU-LO-S0. (Y no quiero decir con esto que todo lo que aparezca por la columna central sea fa-bu-lo-so, pero este de verdad que lo es).

Y ahí va:

Estimado señor Biblioprecario: me permito dirigirme a usted, lamentablemente, para expresarle mi enojo. Me explicaré. He intentado suicidarme siguiendo sus amables indicaciones y…he fracasado. Primero lo hice con la tetera: y, desde luego, no es nada eficaz. Lo único que conseguí fue echar a perder mi bonita permanente, amén de quedar hecha una sopa. Cerré los ojos, tiré del cordel pensando encontrarme en el paraíso de los perritos con mi querido Frufrú y cuando abrí los ojos creyendo que la humedad que sentía era debida a los amorosos lametazos de mi buen amigo he aquí que me encuentro que con los nervios sólo conseguí que todo el agua se desparramara por mi cabeza.

No perdí la esperanza así que seguí el ejemplo de hacerlo con papel. Debo insistir en que no es un método infalible. Desde luego que no. Como el único papel con el que disponía en mi casa era el higiénico, llena de entusiasmo e ilusión me puse a la faena. Señor mío, debo decirle que no funciona. Después de varias horas dándome una y otra vez con la susodicha arma homicida, digo suicida, no conseguí absolutamente nada. Pero si he de manifestarle que durante varios días me fue imposible cerrar los brazos. Así que cada vez que salía a la calle, todo el mundo se me abrazaba y me daba las gracias.

Pero no crea, no me desanimaron todos estos fracasos. Añoro mucho a mi perrito, así que me compré una bomba para inflar ruedas de bicicleta, tal y como dice el manual del buen suicida. En esta ocasión supuse que lo más adecuado era hacerlo al aire libre, pues sería muy desagradable estropear el bonito papel de mi casa. Salí temprano de casa, ocultando el arma bajo una gabardina muy discreta que suelo utilizar para cuando llueve (desgraciadamente al ser verano y hacer mucho calor, las personas con las que me tropezaba me miraban extrañadas) supongo que pensarían que soy una excéntrica, además como iba tan contenta pues al fin iba a conseguir mi objetivo, iba cantando y bailando, pues me pareció lo más natural en mis circunstancias. Cuando llegué al lugar escogido por mí, una plazoleta en medio del pueblo, me puse la bomba en la boca y comencé a inflar, inflar, inflar, tanto inflé que comencé a ascender como un globo. …ahora cuando le mando mi reclamación, estoy en una hermosa isla del Pacífico que es donde fui a parar.

Ya no quiero suicidarme, los nativos de esta isla me adoran como si fuera una diosa; el verme caer desde el cielo los impresionó muy gratamente, y ya no añoro tanto a Frufrú que espero tarde muchos años en verme, pero, está claro, que este otro método suyo, también ha fracasado. Suya afectisima: Elisa, diosa de Ragantir. Nota: no utilicé el método de la lavadora porque una señora como yo no puede perder el decoro y andar con las piernas al aire. (Si quiere que le conceda algún milagro deberá remitirme como donativo 10.000 dólares).

¡Ay, ay! ¡Para, para! ¡Que me matas de risas! ¡Para, para!

Te has ganado...

Una canción dedicada a Elisa, la nueva diosa de Ragantir

La primera autosalvada sin pasar por la lotería.
Y una invitación para que vuelvas cuando quieras.
¡ALOHA!

miércoles, enero 24, 2007

Soñé que mi cara

Soñé que mi cara era una alfililetero de sastre; que mi cuerpo sobresalía puntiagudo en varios puntos imposibles; que mi carne era negra y correosa, cubierta de un mosaico de láminas abultadas como el rostro de un caribe en un antiguo grabado. Y pese a todo, ella vino a mí. Cuidadosamente retiró los abrojos que erizaban mi rostro. Con suma cautela retiró el palillo, enorme como un mástil, que crecía en mi espalda; su punta rezumante de salsa de berberecho y cartílago de molusco. Con paciencia infinita retiró las escamas de caimán que atenazaban mi carne y purificó cada cráter pálido con un beso. Pero cuando finalizó aquella laboriosa operación de amor y esperanza, el monstruo seguía estando allí.

viernes, enero 19, 2007

Como suicidarse de modo novelesco IV

(Animación, como siempre, de Cathy Jones)

LO HE VUELTO A HACER

martes, enero 16, 2007

KW

(para agrandar haga click sobre la imagen)

El análisis de keywords de entrada a este blog muestra una desviación en las estadísticas de acceso a páginas algo... inquietante (por decir algo suave).

Las keywords responsables de la desviación son estas: "cómo suicidarse".

Bonito ¿No es cierto?

Esto quiere decir que muchas de las visitas a este blog (no todas, claro) llegan a partir de interrogar a google con estas palabras..."cómo suicidarse"

Y ya profundizando en el tema informo de que a día de hoy, biblioprecario se halla en los puestos 11 y 12 del índice de google sobre esta coincidencia de términos o, en cristiano, [insértese mueca de horror exageradamente fingido] este blog aparece en los dos primeros lugares de la segunda página de resultados de google al formular la consulta con las palabras... "cómo suicidarse" (no importa el acento).

La verdad, no consigo imaginarme a nadie aplicando los métodos de suicidio que Cathy expone y yo difundo ((les recuerdo: muerte aplastado por tetera gigante, muerte por autoinflado con una bomba de bici, muerte por centrifugado simple) Y confieso que me ha sorprendido un poco este dato de las kw, que me ha sorprendido sin humanismos por así decirlo, y el caso es que siempre he preferido el asesinato al suicidio...

Pero si en estas estamos, y siendo casi seguro que este blog será una decepción para cualquier suicida de provecho que tropiece con él, espero que al menos alguno tenga el detalle de comentar que le han parecido las fotos antes de cerrar la lavadora: expresar el disgusto estético puede ser una razón para seguir un día más.

¿Moraleja?

¡Buah! Algo hay que decir en estas circunstancias, no sea que me cierren el juguete (Oh! ¡Los malos!)



viernes, enero 12, 2007

La Jetée



Aquél era el propósito del experimento: enviar emisarios a través del tiempo, convocar pasado y futuro para hacer habitable el presente...


Descubierto en el hombre que comía diccionarios

miércoles, enero 10, 2007

Man-of-War

La guerra es el padre y el rey de todas las cosas. La adhesión incondicional y el recurso constante a este aforismo presocrático son los progenitores de un cinismo vetusto, afortunado en la argumentación y petulante en la expresión, que ya se lo sabe todo y a diestra y siniestra actúa en consecuencia. Pero al giro naïve que pretende relanzar la potencia del aforismo hacia un nuevo comienzo político y radical, se opone el impenetrado peso de una tradición que contagia maneras: desde la actualización más simple del corpus situacionista a los tipificados tics de los lectores de filosofía francesa, el espectro del sabio sólo logra inocular las pasiones más bajas de la guerra -o el matar continuo o el morir incesante- a la afectividad que la acoge como motor de su acción.

... y a la mía la primera

domingo, enero 07, 2007

Автомат Калашникова

"De todas las armas del vasto arsenal soviético no hay nada más rentable que los Avtomat Kalashnikova del año 1947, más conocidos como AK-47 o Kalashnikov.

Es el fusil de asalto más popular del mundo, el arma que todos los combatientes adoran. Una fusión elegantemente simple de acero forjado y madera contrachapada de cuatro kilos. No se rompe, no se encasquilla ni se recalienta. Ni recubierto de barro ni relleno de arena deja de disparar. Es tan fácil manejarlo que hasta un niño puede hacerlo… y lo hace. Los soviéticos lo tienen en una moneda, Mozambique en la bandera.

Desde el fin de la guerra fría los kalashnikov se han convertido en el principal producto de exportación de los rusos, le siguen el caviar, el vodka y los novelistas suicidas. Una cosa está clara: nadie hacía cola para comprar sus coches."

El señor de la guerra

Si os asaltan las dudas recordad:

Ka-lash-ni-kov


Y a volar.

jueves, enero 04, 2007

Llévate la máscara


[WARNING: a continuación un escrito antiguo]

Dicho de una sola vez, de forma incolora e inodora. Si en 1994 la salida al recinto de matadero en el que se había convertido ese impasse llamado guerra de Bosnia únicamente parecía alcanzable forzando la situación de pasividad internacional frente a la carnicería, la prueba de fuerza a la que debieron enfrentarse los resistentes como planteamiento y como decisión no pudo tomar otra forma táctica que la del autobombardeo. Un secreto tan sobrexpuesto como el canibalismo en un avión accidentado en los Andes. Un referente en contraste que pertenece a un nuestro mundo reciente irreversiblemente pasado.

Menos de una década después, en un escenario post balcanizado, sobrepasado el punto sin retorno del 11 de septiembre -cota más allá de la cual todo aquél que se plantee el uso de la violencia política en el área de influencia del Imperio se torna, sin autoengaños, nihilista- el esquema general de ataque sobre la toma de rehenes ha sido reinventado.

Gasear sin prejuicios se ha convertido en el modo policial de aplicación del ataque preventivo imperial: muerte simultánea del enemigo y de los rehenes cortesía de las fuerzas especiales. Una resolución más nihilista que la que planteaba el mismo comando checheno. Y un horizonte que no contempla más vida que el campo sobre el que se cierne el enemigo. La guerra es el padre y el rey de todas las cosas.