sábado, noviembre 24, 2007

Filosofía del lenguaje a los postres



"Nivel 0: expresiones que nombran entidades no lingüísticas.

Nivel 1: expresiones que nombran entidades lingüísticas de nivel 0.

Nivel 2: expresiones que nombran entidades lingüísticas de nivel 1.

y así sucesivamente..."

Después un café.

Después una copa.

Después un puro.

miércoles, noviembre 14, 2007

There goes my love rocket red

Sigue Sigue Sputnik
Flaunt it -1986-
  1. Love Missile F1-11
  2. Atari Baby
  3. Sex Bomb Boogie
  4. Rockit Miss USA
  5. 21st Century Boy
  6. Massive Retaliation
  7. Teenage Thunder
  8. She's My Man
  9. Love Missile F1-11 (Bangkok Mix)
  10. Love Missile F1-11 (Clockwork Mix)
  11. Love Missile F1-11 (Dance Mix)
  12. Love Missile F1-11 (Extended Version)
  13. Love Missile F1-11 (Video Mix)
  14. Love Missile F1-11 (Video Trailer Mix)
  15. Love Missile F1-11 (Westbam Remix Short Version)
  16. Love Missile F1-11 (&Actuality Sound)
  17. Love Missile F1-11 - Uncensored Video

y en general no es un arma precisa, pero no ha sido diseñada para eso, sino para rociar una lluvia de balas a corto alcance. El comentario al uso sobre el subfusil Mac-10, o "la Ingram" como prefieren llamarlo los que entienden (no se confundan con esta perífrasis) resulta perfectamente aplicable y sumamente pertinente respecto a los Sigue Sigue Sputnik, esas Spice-figuronas que visitaron nuestros años ochenta como paladines del futuro desolado que nos esperaba y que desde el umbral del New Deal parecía un juego Atari reflejado en cuero blanco de limusina. Estoy hablando, claro, de la falsa profecía del cyberpunk. Sigue Sigue Sigue Sputnik es el Cyberpunk: la Nueva Inmaculada Concepción, la Tecno-Revuelta, el Filo... la engañifa de las extensiones de colores y la paparrucha del suspensorio tergiversado. Una ráfaga agotadora en el pasillo del lujo. ¿Han leído ese plagio titulado Glamourama?

Comparto el primer disco de SSS, Flaunt It, enriquecido con una recolecta de versiones de su tema nuclear, y lo hago como acostumbro, con gracia pero sin condescendencia.

Ni-ego mi ego.

No se apelotonen, decídanse y prueben... ¿qué pueden perder? Al fin y al cabo suenan perfectamente mal (repetición compulsiva de bajo sintetizado y anuncios ficticios entre los cortes) y eso mola.

Y por cierto, que el arma esgrimida con delectación por todo el videoclip es nuestra amada reina de la fiesta. El ipod de un futuro pasado.


  • Calibres: .45ACP, 9x19mm Luger/Parabellum
  • Peso: 2.84 Kg (sin cargador)
  • Longitud: 269mm (548mm con culata exetendida)
  • Cadencia de Disparo: 1110 descargas por minuto
  • Capacidad del Cargador: 30 o 32 descargas
  • Rango Efectivo: 125-135 metros
("y... y... y...": coño parezco un esquizofrénico)

viernes, noviembre 09, 2007

Esta noche salgo



(Edu, derecha;
yo, izquierda, )

No me busquen.

Por su bien.

jueves, noviembre 08, 2007

Agua negra

biblioprecario
Justo a mis pies el agua surgió de las tinieblas.

¡El agua!... ¡Una laguna inmensa!... ¡Y qué agua!... Un agua negra, dormida, una superficie tan perfectamente lisa que ninguna arruga, ni una burbuja perturbaban su superficie. Ni manantial ni origen. Estaba allí hacía milenios, y allí permanecía sorprendida por la roca, se extendía en una sola capa insensible y habíase convertido, en su ganga de piedra, ella misma, en esa piedra negra, inmóvil, cautiva del mundo mineral. Había sufrido la masa aplastante, el amontonamiento enorme de ese mundo opresivo. Bajo ese peso, diríase que había cambiado de naturaleza, infiltrándose a través de la espesura de las losas calcáreas que retenían su secreto. Se había vuelto también el elemento fluido más denso de la montaña subterránea. Su opacidad y su consistencia insólita hacían de ella una materia desconocida y cargada de fosforescencias de las que sólo afloraban a la superficie huidizas fulguraciones. Signos de potencias oscuras en reposo en las profundidades, esas coloraciones eléctricas manifestaban la vida latente y el temible poder de ese elemento aún adormecido. Sentí un escalofrío.


Henri Bosco. L'antiquaire.

Citado en La poética del espacio, de Gaston Bachelard, pp. 53-54

lunes, noviembre 05, 2007

Cada vez que llega el húmedo noviembre



Durante el rodaje de la película F for Fake (Fraude), Orson Welles conjugaba sus tareas como director, guionista y actor con una multiplicidad de otras pequeñas actividades. En ocasiones, filmadas ya las secuencias programadas, pedía al cámara que se quedara aún un poco más. Welles prensaba su cabellera a la manera del sobrio puritanismo de Nantucket y, de espaldas a una pantalla de desvaído azul celeste que lo enmarcaba en una aureola de amanecer, recitaba capítulos enteros de Moby Dick.

La textura de estos fragmentos sin solución de continuidad no muestra más propósito aparente que el placer de escuchar la propia voz proyectando a Ismael o Ahab. ¿Acaso fueron las primeras notas de uno de sus infinitos proyectos? ¿La descarga de una pasión creativa que no quería zanjarse con cartuchos en la recámara?

Grabaciones privadas, esos fragmentos aleatorios parecen formar parte de una venganza como sólo es capaz de desencadenar la facultad de juzgar.
Rebelión contra el sinsentido de proyectos que se encarrilan y despliegan aún en la dificultad, y retribución exigida al hado extraño, a la oportunidad malograda que sólo deja la cicatriz de la idea, cansancio y fiebre.

Venganza, sí, aunque también promesa de amor y juramento de fidelidad eterna a la fuga, a los planes de juguete, a las maquetas y a los sueños dibujados; fragmentos que se multiplican y en su dispersión logran salvarnos de la continuidad y el fin. Una prueba de amor al bajo perfil del esbozo, el ensayo, el gesto, el trazo... el estribillo tonto.