domingo, julio 19, 2009

Derribar, poco a poco, todos los obstáculos

Como sabemos, las calles rebosan de actos incívicos. Entre lo que son realmente y lo que deberían ser, está la fuerza centrípeta de todas las policías, que se esfuerzan en restablecer el orden; y enfrente estamos nosotros, es decir, el movimiento inverso, centrífugo. No podemos más que alegrarnos del arrebato y del desorden, donde quiera que surjan. No hay nada sorprendente en que las fiestas nacionales acaben a partir de ahora sistemáticamente mal. Radiante o desvencijado, el mobiliario urbano -pero ¿dónde comienza y dónde acaba?- materializa nuestra desposesión común. Perseverante en su vacío, tan sólo pide volver de verdad. Contemplemos lo que nos rodea: todo ello espera a que llegue su hora, la metrópolis adquiere de repente un aire de nostalgia, como sólo lo tienen los campos en ruinas.

En cuanto a los obstáculos serios, es falso tachar de imposible toda destrucción. Lo que de prometedor hay en ello reside y se resume en la apropiación del fuego. En el año 356 a. de C., Heróstrato quemó el templo de Artemisa, una de las siete maravillas del mundo. En nuestros tiempos de decadencia consumada, los templos sólo imponen la verdad fúnebre de que ya son ruinas.
 
Aniquilar esa nada no es en absoluto una triste tarea. El gesto hace reencontrar una nueva juventud. Todo cobra sentido, todo se ordena de repente, espacio, tiempo, amistad. Se recurre a cualquier medio, y se recuperan viejos usos -no somos más que medios-. En la miseria de estos tiempos joderlo todo funciona quizás -no sin razón, hay que admitirlo- como última seducción colectiva.

Comité invisible. La insurrección que viene. 141-143

miércoles, julio 08, 2009

At home he's a tourist



Entretanto las conversaciones sobre coches y todo lo que tiene que ver con los coches proliferan.

Coches que frenan

coches que hablan

coches para los que a pesar de todo no se encuentra aparcamiento y gente discutiendo sobre el procedimiento óptimo para salir de un coche

gente que maldice su destino en la penumbra submarina del coche

gente que aplasta a gente por medio de coches y gente que cae en reyertas inducidas secretamente por coches

gente que ama coger el coche

coches que se despeñan

coches que brillan y coches de otros tiempos derrapando sin cesar por carreteras secundarias polvorientas mientras cancelan todo romanticismo aplicable al caso

coches que aúllan a la noche y coches desmenuzados concienzudamente por mentes-coche.

Todo cede.

Todo se arremolina en una mala copia de la vida.

Pero si por un momento, en el cándido éxtasis o en la cúspide del martes, pudiéramos abarcar la magnitud de esa mala copia, vislumbraríamos al fin la caja absurda de un coche.

coche rojo...

coche azul...

miércoles, mayo 20, 2009

... y la guerra apenas ha comenzado


"En los últimos siglos del Imperio Romano todo estaba desgastado por igual. Los cuerpos estaban fatigados, los dioses moribundos y la presencia en crisis. Desde las cuatro esquinas de un mundo en exilio, resonaba el mismo ruego: que se termine con esto..."

domingo, mayo 17, 2009

lunes, abril 27, 2009

ya visionas edenes

Aquella noche soñó que se levantaba de la cama, que la retiraba de la pared, y que descubría una puerta en un lugar disimulado por unos montantes. Sorprendido, la abrió y se introdujo en un largo corredor, quizá un pasadizo subterráneo. El pasadizo se hundía en el suelo, ensanchándose cada vez más, y desembocaba en una gran sala vacía, sin puerta ni ventanas. Las paredes estaban totalmente desnudas. Entonces regresaba por el pasadizo, hacia la puerta que se abría debajo de la cama y, al llegar a ella, descubría que había un cerrojo totalmente nuevo y brillante en la parte interior. Descorría el pestillo, que funcionaba perfectamente, sin que rechinara. Le invadía entonces un gran pavor y se preguntaba quién había puesto el cerrojo, de dónde vendría ese ser, adónde había ido y por qué había dejado el cerrojo abierto. 

Rolan Topor. El quimérico inquilino

martes, enero 06, 2009

Tercer posicionamiento del pensamiento respecto de la objetividad: el saber inmediato

Rebuscando entre cuajarones para que el Elefante Blanco cometa otra alevosía encontré esta preciosa, preciosa literalidad. Que la disfruten los que entiendan. Que son muchos. Y no me vengan ahora con esquinas y risillas que ya saben que yo soy, también, literal.

sábado, enero 03, 2009

Siguiendo con el tema

"Los fondos desembolsados por el Consejo de las Artes a lo largo de las décadas han creado una clase de clientes dependientes compuesta por poetas, novelistas y editores de publicaciones de fin de semana cuya principal misión en la vida consiste en renovar la subvenciones que reciben, como cualquiera que asista a las fiestas de revistas de poesía descubrirá rápidamente escuchando las conversaciones. Nunca he entendido por qué los impuestos de los contribuyentes con sueldos modestos (la fuente de la mayoría de impuestos en la actualidad) tienen que pagar el agradable pasatiempo de los hijos de un doctor del norte de Londres, o de un holgazán vanidoso del Soho como el difunto editor del New Review. Supongo que el mecenazgo desempeña un papel político, llevando a cabo una ceremonia de castración, destruyendo cualquier impulso revolucionario y convirtiendo a la comunidad de las artes en un rebaño dócil. Se les permite balar, pero están demasiado débiles para patear el suelo." 

J. G. Ballard, Milagros de vida, pp 199-200