sábado, enero 03, 2009

Siguiendo con el tema

"Los fondos desembolsados por el Consejo de las Artes a lo largo de las décadas han creado una clase de clientes dependientes compuesta por poetas, novelistas y editores de publicaciones de fin de semana cuya principal misión en la vida consiste en renovar la subvenciones que reciben, como cualquiera que asista a las fiestas de revistas de poesía descubrirá rápidamente escuchando las conversaciones. Nunca he entendido por qué los impuestos de los contribuyentes con sueldos modestos (la fuente de la mayoría de impuestos en la actualidad) tienen que pagar el agradable pasatiempo de los hijos de un doctor del norte de Londres, o de un holgazán vanidoso del Soho como el difunto editor del New Review. Supongo que el mecenazgo desempeña un papel político, llevando a cabo una ceremonia de castración, destruyendo cualquier impulso revolucionario y convirtiendo a la comunidad de las artes en un rebaño dócil. Se les permite balar, pero están demasiado débiles para patear el suelo." 

J. G. Ballard, Milagros de vida, pp 199-200

5 comentarios:

Anónimo dijo...

este texto es muy bueno,aunque en vez de milagros de vida podria titularse: DESCAROS

El caso no es nuevo, ya se vivió en Europa un momento de dinero para ultrabirrias como en el románico.
Y, la Comunidad Europea sostiene incontables estudios que ni siquiera han de cumplir el requisito de que se acaben, ni el de que alguien los lea, ni tampoco el de que sean legibles.

También,la TV públicas son un agujero creciente de déficit para producir bódrios y metabódrios que muestran los detalles del vómito en el que nacen.

Fabricando ruido. Ahora los poderes no fabrican verdad producen ruido a todas las escalas.
Y esas instituciones de la cultura... -suvencionando el tiempo que el papanatismo de franquicia hace versiones dislexicas de la recepción, de oidas, de las tendencias- Y esas instituciones pues tienen su misión de resamantizar lo que desafia y cargándolo de arena y pasándolo por el horno de sus folletos y carteles guardar memoria, visibilizarlo, cristalizarlo en hermoso ruido inerte. Ruidos inertes con los que hacerse la bisuteria curricular para la próxima subvención.

amm

sublibrarian of the year dijo...

Ballard estaría encantado de conocerle a usted, sin duda. Suscribo su opinión sobre el románico e incluso la difundo en cuanto tengo oportunidad, lo que no me brinda enemistades sino, más bien, perplejidades. Odiar el románico es como situarse de pronto en un punto ciego de la agrupación, social. En cuanto menciono al "pantomonigote" a la gente le da por parpadear, sonreir a sus otros interlocutores como si se le hubiese caído el boli en el café y cambiar de tema. Me quedo con el "metabodrio" para sacarlo a pasear cuando tenga ocasión.

barbarroja dijo...

Sres. disolventes.

Me dicen por aquí que su blog podría llamarse "disolvente concentrado", y está muy bien...

Sin embargo no olvidemos que el mundo del lenguaje es una pura multitud de antinomias irresolubles en el ámbito del discurso, y sólo resueltas en la acción

Estoy deacuerdo con lo del"pantomonigote" y la mierda del románico, etc. Eso ya lo dijo muy bien dicho W. Benjamin, en sus 'tesis sobre la filosofía de la historia'... "hay que sacar a la tradición del conformismo". Es más, últimamente estoy leyendo historia social y en los últimos 10 años -dsd Seattle más o menos- existen unas lecturas a contrapelo de la historia, o de la larga guerra civil, del largo ciclo de revuelta y terror reactivo... que me dice que disolver está muy bien, pero, es que desde hace más de dosmil años la "dialéctica" no es otra cosa sino eso: disolver

Sin embargo en el ámbito de la acción (que aúna práctica y discurso) desde el cuento de las "invasiones bárbaras", lo que hay son ciclos de lucha y represión sin pausa, en todo el occidente, y seguramente en el resto del planeta en diferentes modalidades...

Por lo tanto la Cultura es un desastre castrador, sí, por supuesto, pero, a la vez, ha sido una herramienta mayor en la disputa de la hegemonía a través de la historia, en lo que se llama despectivamente "cultura popular", que es sin embargo "cultura crítica desde abajo"... las fiestas, los trovadores colgados de la lengua con un clavo en la pared, como las tesis de Lutero en Wittemberg...

y esto me trae a la cabeza la importancia de las máquinas... ('Q' nos viene a la cabeza) para el mundo de la acción, el único que puede decidir las antinomias, atravesándolas.

abrazo

sublibrarian of the year dijo...

Yo le diré que sí, que tiene usted razón.

Y el texto es de un áspero que no se explica sino es viniendo de la pluma de un moribundo y yo dudé en ponerlo porque me pareció un poco low profile cuando lo leí y luego pensé que lo ponía porque sí porque contiene la verdad monda y lironda y a otra cosa: Siguiendo con el tema.

Y también le diré que entiendo muy bien lo del disolvente.

Noto el aguarrás capilarizándose en cada tarde y en cada madrugón.

Y en cada cráter en forma de conjunción copulativa.

Y en el pantone de mis ojeras.

barbarroja dijo...

Pues dediquemos algunas de esas tardes y de esos madrugones a vomitar ese disolvente. Y es que tenemos esa manía tardoburguesa de acumular y acumular, tonterías sin número, objetos preciosos y otros desastres del espíritu.

Sin embargo vaciar, soltar lastre, destruir, derribar, oh qué gozo momentaneo. Aligerar suena como aletear, como... un paracaidista nocturno.

Recuerde que tengo un regalo para usted traído directamente de la galia albigense, de honrosa y terrible "tradición" -de tradición a contrapelo, arrancada del conformismo, se entiende-.

No crea que yo no siento ese disolvente, de hecho dejo atrás un mes de catatonía por sobredosis de aguarras en sangre... He tenido que fugarme unos días, completamente solo, para vomitar al aire libre, a pleno sol, sobre la tierra negra, para vomitar sin parar... y poder ponerme en el lado del cuidado de mi, en el lado de la curación. Aprendiz de brujo es aquel que se cura a sí mismo, incluso al precio de la autodestrucción, o el sacrificio...