viernes, enero 30, 2009

¿Todavía sueñas con asesinatos?



3 comentarios:

Anónimo dijo...

…y levanté la cabeza, olvidándome del cuerpo que permanecía sentado en la silla, sorprendida ante el enfrentamiento de las miradas, que, al unísono, desde sus asientos, recriminaban la osadía de ese atisbo de rebeldía. Decidí enfrentarme al hastío de sus vidas, al gris de sus cuerpos vestidos con la monotonía de la uniformidad…y me abalancé decidida a pernoctar más allá de las murallas que contenían el vaho contaminante de la gris personalidad de las alcantarillas… mil ojos me perseguían…y levanté la cabeza …y me perdí bajo la sombra de una mirada reflejada una y mil veces en mi cara …y levanté la cabeza y no pude reconocerme entre aquellos miles de rostros tan iguales al mío…el espejo no mintió: todos aquellos miles de ojos, eran los míos… en ese mismo instante tomé el cuchillo y la luz se apagó, Por fin conseguí vengarme de mi triste vida.

Anónimo dijo...

la respuesta es si.
algunas coas no hay manera de sacárselas de la cabeza.
El sueño, el ojo y todas las metáforas visuales siempre conducen a juegos de espejos. Dirigirse al oído de los otros ha quedado claro que no sirve. Así que al cuello, palabras como motosierras.

¡¡onomatopeyas, al cuello!!!
amm

sublibrarian of the year dijo...

Aónimo1: Eso espero yo algún día, vengarme de mi triste vida. Pero con una debacle estilo Colonia.

Amm: De momento estoy en la fase "interrupción y titubeos". Pronto alcanzaré el lenguaje de las válvulas y siento que desembocaré en el catalán más puro. De ahí a charla hay un paso. La onomatopeya homicida espera a la vuelta de la esquina.