viernes, agosto 08, 2008

Chloé


-¿Y si cortáramos la tarta? -dijo Chick.

Colin cogió un cuchillo de plata y empezó a dibujar una espiral en la impóluta blancura de la tarta. De repente se detuvo y contempló su obra con sorpresa.

-Voy a comprobar una cosa. -dijo.

Tomó una rama de acebo del ramillete de la mesa y cogió la tarta con una mano. Mientras la hacía girar rápidamente sobre la punta del dedo, aplicó con la otra mano una de las puntas del acebo en la espiral.

-¡Escucha!..

Chick escuchó, se trataba de Cholé, en versión de Duke Ellington.

Chick miró a Colin, que estaba completamente pálido.

-No me atrevo a cortarla -dijo Colin.

Chick le quitó el cuchillo de las manos y lo hundió con gesto decidido en la tarta. Ésta se partió en dos, y en su interior apareció un nuevo artículo de Partre para Chick y una cita con Chloé para Colin.


Boris Vian. La espuma de los días, p. 120-121