viernes, agosto 08, 2008

Chloé


-¿Y si cortáramos la tarta? -dijo Chick.

Colin cogió un cuchillo de plata y empezó a dibujar una espiral en la impóluta blancura de la tarta. De repente se detuvo y contempló su obra con sorpresa.

-Voy a comprobar una cosa. -dijo.

Tomó una rama de acebo del ramillete de la mesa y cogió la tarta con una mano. Mientras la hacía girar rápidamente sobre la punta del dedo, aplicó con la otra mano una de las puntas del acebo en la espiral.

-¡Escucha!..

Chick escuchó, se trataba de Cholé, en versión de Duke Ellington.

Chick miró a Colin, que estaba completamente pálido.

-No me atrevo a cortarla -dijo Colin.

Chick le quitó el cuchillo de las manos y lo hundió con gesto decidido en la tarta. Ésta se partió en dos, y en su interior apareció un nuevo artículo de Partre para Chick y una cita con Chloé para Colin.


Boris Vian. La espuma de los días, p. 120-121

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Ay, ese libro...

circulos3 dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
circulos3 dijo...

A Boris Vian le hubiera encantado insertar un mp3 de la cancion en su libro que se activara en el párrafo adecuado!!!

Anónimo dijo...

Pues a mi el jazz sofisticado me da dolor de cabeza. Me deja como el agua sobre la que flotan esos nenúfares: estancado.
Desde luego que no comparto las opiniones de T.Adorno sobre el jazz. La Escuela de Frankfurt sufre de Nurembergritis. Usan el pensamiento para montar tribunales estéticos con la balanza inclinada por el peso de lo rancio. Tribunales políticos de humanismo armado con bomba atómica.
Una música que hacía que la noche fuera saqueable ha sido convertida en puntillosa sosería: desmán de socialdemócrata: punto de fusión de escuela de frankfurt y jazz.
Una música que hacía que el amanecer viniera a ti
-una música que hacía que el Sol obedeciera a la fiesta-, ha sido convertida en base del pimentero étnico de la vida maridable.

Tanto problema para partir una tarta sólo se le puede ocurrir a un pacifista. Quizá ese texto esté en el origen de la vocación progre-culinaria de acumular instrumentitos de cocina para cada gesto, corte, laminado.... disponer de un arsenal que esquive las sorpresas de los alimentos, una trinchera para el mascar pausado.
¡con lo saludable que es MORDER!

amm

sublibrarian of the year dijo...

dr zito: entre el suspiro y la llaga.

círculos3: juas, juas... Yo me lo imagino tirando a Manu Chao por la ventana.

amm: al 80% de acuerdo... pero Boris le hubiera marcado el compás con una tubería de plomo al rancio de Woody si le hubiera llegado a conocer.

¿Fue de verdad posible un mundo en el que citar a Duke Ellington fuera una modernez maravillosa?

¿Por qué será que tengo ideas tan violentas cuando ronda boris Vian?

Disparen sobre Pascal Comelade