martes, septiembre 23, 2008

se podría incluso decir que hay una relación de fractabilidad entre territorio humano y núcleo habitado

biblioprecario
Julio de 1939

La comisaria de policía del distrito del Hospital recibe este anónimo, incorporado más tarde al sumario 55/1942 del juzgado de instrucción número 7 de Barcelona:

Señor comisario,

En su distrito y en una calleja que existe entre las calles Carme y Hospital, y que se llama calle Egipciacas, hay establecido en el número 13, segunda interior, una especie de «huerto del francés». Una sociedad compuesta por tres individuos tienen alquilado dicho piso y lo utilizan para desvalijar incautos. Uno de estos individuos de 22 ó 24 años, de pelo negro y tez morena, con pequeño bigotillo a la moda, y correctamente vestido, frecuenta los teatros y lugares donde hay gran afluencia de gente, se insinúa con aquellos individuos en los que adivina aficiones equívocas y les propone llevarlos a su piso donde podrán pasar un rato de placer: El infeliz invertido acepta la proposición; y una vez en el piso aparecen los otros dos cómplices y entre los tres le roban a mansalva dinero, reloj, alhajas, todo lo que lleva de valor. El pobre invertido víctima de su desviación moral, tiene que conformarse con el despojo por miedo a un escándalo mayor; y fiados en esa impunidad siguen viviendo bien y sin trabajar esta pandilla de vagos y otros muchos por el estilo que actúan en Barcelona.

Señor Comisario, si entra en sus cálculos detenerlos y mejor aún sorprenderlos in fraganti bastará con que en sábado o día festivo para mayor seguridad establezca una vigilancia cerca de la casa después de las 10 de la noche, y no habrán pasado un par de horas sin que se vea llegar al individuo del bigotito acompañado de la víctima de turno; poco después que hayan entrado en la casa llegará el compinche que les sigue de cerca; el tercer apache suele estar dentro de la habitación. Es inútil ir de día porque nunca hay a esas horas nadie en casa. Creo cumplir un deber con esta relación verídica puesto que soy un damnificado.

Por Dios, por Franco y por la justicia.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

La foto es del huerto?
Gran historia, por cierto.

Estrellita Mutante dijo...

Fantástica carta. Me ha recordado a una que se mandó al periódico de mi ciudad no hace mucho en la que una señora se quejaba de que el Casino antiguo era frecuentado por cantidad de jóvenes sin modales y un gusto por la ropa moderna desproporcionado a lo que comentaba: "El casino se está convirtiendo en un cafetín".

Lo curioso es que lo que más parecía molestarle era que servían el café en vaso de cortado.

Anónimo dijo...

este texto es una perla.

Tiene la gracia de que carece de odio.
"bigotito". Parece que lo que motiva la denuncia es evitar que alguien más se decepcione y no tanto el robo.
Todavía al final vuelve a hablar del bigotito que está claro que es lo que le cautivó.
Hy los huertos del francés estan anunciados y llevan delante la palabra BANCO.
amm

sublibrarian of the year dijo...

dr zito: gracias, gracias pero el mérito es de ese pobre invertido, aunque algo ha detener trabajar en un archivo. El edificio amortajado está al lado del Palau, lleva así no sé cuánto.

estrellita: me ha encantado eso de "gusto desproporcionado por la ropa moderna" parece que la señora esté padeciendo un papel secundario en un cuento de Boris Vian, o que hayan vuelto los New Romantics. Lo del vaso de cortado perdone pero coincido: es una ordinariez. Oig.

amm: jus, jus, tiene usted razón, hay en el anónimo un reproche suspirante al que no logra amordazar la jerga del delator. Una mano de cutículas perfectas acariciando un cogote encanallado. Y azulejos. Azulejos muy baratos.