viernes, noviembre 17, 2006

AMERICAN HARDCORE II

(Jimmy Gestapo [sic.] foto de Fred Berger)
a (yo): ¿y este otro crédito?
b(yo otra vez): ¡yo qué coño sé!

Mi compañero de butaca, oh de acuerdo, está bien: el legítimo ocupante de la butaca más próxima a la mía por la derecha, o lo que es lo mismo, la siguiente butaca, o también la butaca 1 - la mía era la 3- (y por supuesto la expresión que buscas es la butaca contigua, pero si la utilizara no podría reflejar una serie de problemas terminológicos que resulta que son vitales para el rollo perentorio y/o urgente que, ya sabes, forman el esqueleto técnico, o en afrancesado, la estructura tonal acechada y hostigada sin descanso por todo este texto aspirante a la categoría despacho) -y debe quedar fijado como un punto cardinal del texto [aparte] ¿podéis sentir como en en esta declaración se abre y se distingue un indicio que debería orientar sobre todo, aunque no exclusivamente, al lector? [fin del aparte] que opto por el término compañero por no resignarme a recurrir a la mera vecindad como explicación más económica de esa, hasta el momento, supuesta proximidad accidental- decía que mi compañero (lo siento, se hacía imperativo retomar, y ahora caigo en que quizás he oscurecido la explicación apostando por este concepto [compañerismo] tan usado en estrategias sociales equívocas), no era meramente accidental o, tan siquiera, un simple amiguete, sino un muy buen amigo que además cuenta con un genuino pasado jarkor nuclear (guiño) barcelonés (GRB, Subterranean Kids, locales de ensayo en el Chino y conciertos en descampados de Kornellà) y que, de ningún modo, se trata de uno de esos neojarkoretas capucheros aturdidos por el cruce de consanguíneos, como -aseguro nuevamente de modo tajante- tampoco de uno de esos otros miles de jarcors (no, no hay "k" para estos señores) no especificados que, a pesar de todo, pueden alojarse por la fuerza en la categoría de abocados al ruido por sus pares (PARES) y que en su tiempo libre, ahora absolutamente tematizado por la distribución "esposa-niños-piso-emule", utilizan su camiseta de los Minor Threat como improvisado guardapolvo para alzar pulcras estructuras suecas basadas en la madera de cedro recolectada en bosques bien gestionados -->y me disculparéis el cambio de justificación, pero parece que son limitaciones del cálculo de caracteres que desarrolla el editor de blogger; en todo caso no hacer caso de esta anotación, lo he puesto en cursiva y andando<-- no, mi amigo no incurre en estos casos de jarkorismo, y aún así, y retomo, mi querido amigo -en esta ocasión, y como he explicado más arriba, mi compañero no accidental de butaca inmediatamente contigua (ooops!) a mi derecha- no aportaba muchas pistas acerca del momento en que resultaba aconsejable, o cuanto menos, apropiado según los protocolos, la etiqueta, o el código cívico de los jarcors nucleares, -o como quiera que establezcan y garanticen en esta subcultura concreta eso que en las películas que deben una parte sustancial de su presupuesto a efímeras sociedades italoamericanas llaman respeto- y por ello me era extremadamente complejo, pero extrañamente no-incómodo, establecer con consistencia cuando debía (yo) cabecear siguiendo el por así decirlo ritmo, o sonreir con feliz añoranza para mí mismo de esa forma en la que se demuestra de forma palmaria y se deja fuera del subconjunto"dudas intersubjetivas" que el visionado en cuestión es una experiencia que torna irrelevante el entorno, la multitud y hasta a tu fiel y querido compañero de butaca colindante (¡eh!) por más que liminarmente desees su aprovación en ese preciso, preciso momento, o reir francamente a carcajadas sin peligro de represalias, o de un modo que sólo se puede y se debe calificar como auténtico, asentir con respeto.

Una pieza del U2 del mesianismo jarkor, Minor Threat, o para los que de niños os dió por sobrestimar la Force de Frappe "Amenaza Menor"; traducción lo-fi (esto es un blog), que nos da la excusa perfecta para extender desproporcionadamente este vínculo (o link) y pie para diseñar hipótesis vagas sobre el origen de la expresión, que por cierto (¡allá vamos!) tiene toda la pinta de ser una de esas fórmulas lingüísticas sintetizadas en laboratorio para su uso categorial en entornos policiales o para-policiales y que, por fortuna, son pasto de torsiones especulares a manos de punks menores de edad aficcionados al guitarreo más que al pegamento, adolescentes de pelo rapado que podrían muy bien haber visto como en sus expedientes del instituto o informes no confidenciales de la asistencia social figuraba algún que otro sello clasificatorio de "amenaza menor" estampado por el Departamento de Policía de Los Angeles o la Oficina del sheriff del Condado de Orange.

(nuevo record batido)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me halaga y hasta me emociona el modo que tienes de considerarame tu amigo. Gracias. No Place Like Home, usado como estribillo irónico en uno de sus primeros temas fue el inteligente modo como los Minor aludieron al imposible lugar en el que vivir incluso su pertenencia al underground que les tocó en suerte. Para mí el jarkor tampoco supuso nunca casa alguna, con lo que eso conllevaba de códigos, hábitos y permisividades y comodidades compartidas, lo tribal del asunto, vaya. Me imagino que lo viví como lo otro que me haya podido ocurrir en la vida de un cierto calibre. Osea, entre desconcertado, emocionado y algo perplejo, con ganas que no terminase pero quien sabe si ya intuyendo que su eventual potencia crítica pendía más que nada justamente de eso que a mí me daba por experimentar mientras (me) duró. Algo difícilmente domesticable, fugaz y situado. Only Hardcore!

sublibrarian of the year dijo...

Pues no voy yo a ser más, ni menos, ni un gafapasta desagradecido que evidentemente no soy por faltarme la mayor (la gafapasta) así que correspondo al comment agradeciéndolo mucho, a mi vez, y amenazando alevosamente (se puede de otra manera?) con la continuación de la serie American Hardcore, esta vez, por cierto, la III! o la tercera o como lo digas habitualmente. Y detengo en este punto mi respuesta por no poder atender al desafío de los records y faltarme a estas horas avanzadas no solo peso, sino incluso consistencia mental para continuar. Muchas gracias. Only Harcore!