Entre las piezas expuestas en la esfera hay un invento que, por encima de todos los demás, cambiará la faz de Manhattan (y, en menor medida, del mundo): el ascensor.
Éste se presenta al público como un espectáculo teatral.
Elisha Otis, el inventor, se sube a una plataforma que se eleva, lo cual parecía ser la parte principal de la exhibición. Pero una vez que esta plataforma ha llegado al punto más alto, un ayudante ofrece a Otis un puñal en un cojín de terciopelo.
El inventor agarra el cuchillo y aparentemente se dispone a lanzarse sobre el elemento crucial de su propio invento: el cable que ha izado la plataforma hasta lo alto y que ahora impide que caiga. Oits corta el cable; y se rompe. No ocurre nada, ni a la plataforma ni al inventor.
Unos pestilllos invisibles (la esencia del genio de Otis) impiden que la platafora retorne a la superficie de la tierra.
De este modo, Otis introduce un invento en la teatralidad urbana: el anticlímax como desenlace, el no acontecimiento como triunfo.
Al igual que el ascensor, cada invento tecnológico está preñado de una imagen doble: incluido en su éxito está el espectro de su posible fracacaso.
Los medios de conjurar a ese desastre fantasma son casi tan importantes como el propio invento original.
Otis ha introducido un tema que será el Leitmotiv del futuro desarrollo de la isla: Manhattan es una acumulación de posibles desastres que nunca ocurren.
Delirio de Nueva York. Rem Koolhaas, pp. 26-27
Éste se presenta al público como un espectáculo teatral.
Elisha Otis, el inventor, se sube a una plataforma que se eleva, lo cual parecía ser la parte principal de la exhibición. Pero una vez que esta plataforma ha llegado al punto más alto, un ayudante ofrece a Otis un puñal en un cojín de terciopelo.
El inventor agarra el cuchillo y aparentemente se dispone a lanzarse sobre el elemento crucial de su propio invento: el cable que ha izado la plataforma hasta lo alto y que ahora impide que caiga. Oits corta el cable; y se rompe. No ocurre nada, ni a la plataforma ni al inventor.
Unos pestilllos invisibles (la esencia del genio de Otis) impiden que la platafora retorne a la superficie de la tierra.
De este modo, Otis introduce un invento en la teatralidad urbana: el anticlímax como desenlace, el no acontecimiento como triunfo.
Al igual que el ascensor, cada invento tecnológico está preñado de una imagen doble: incluido en su éxito está el espectro de su posible fracacaso.
Los medios de conjurar a ese desastre fantasma son casi tan importantes como el propio invento original.
Otis ha introducido un tema que será el Leitmotiv del futuro desarrollo de la isla: Manhattan es una acumulación de posibles desastres que nunca ocurren.
Delirio de Nueva York. Rem Koolhaas, pp. 26-27
12 comentarios:
Un coitus interruptus de las catástrofes. ¿Qué ha pasado con el amor al primitivismo?
(He cazado por ahí una referencia suya a "Library Tapes" y la palabra espectral me está haciendo bajarlos. Esa palabra es como un resorte para mí, me hace moverme)
Thanks.
Rem Koolhaas: Ballard esquilando a Walter benjamin.
Hoy el primitivismo es admiración por la esquizolibertad de los mendigos. Rousseau acabado en "u" de Unabomber
¿Qué tal los chisporroteantes Library Tapes?
Te invitamos a ti y a tus lectores a la confección de un nuevo periódico que se llamará "PRIVADO". De momento estamos elaborando un código deontológico para compradores, es decir, no se lo vamos a vender a cualquiera, ¡hasta ahí podríamos llegar!
El precio será de 2 euros, pero para comprarlo la primera regla del código del comprador será pagar cinco.
Esperamos vuestras aportaciones a dicho código.
MALN
Otra propuesta para el código: no se podra acceder a PRIVADO si se comprueba que el aspirante es autor de una carta al director publicada en algún medio de la prensa convencional.
Unabomber? Ascensores para el cadalso? Un periodico elitista que no debe ser tal? Qué coño es esto? Buen trabajo. Me gusta tu página, "colega"
Que fantástico análisis narrativo de una invención técnica. Ese Othis era un genio, porque además de superar el problema de la seguridad en los ascensores, creo un evento teatral y llamativo.
Recomiéndeme más cosas así, por favor. Me gustan muchísimo. Eso sí, hoy he buscado el cd en Barcelona para comprármelo original y no lo he encontrado :(
Library Tapes mo-la. Danke.
Lo de "Otis" lo relaciono con el ascensor de mi finca, que alguien definió en una de sus visitas a servidora como un "ascensor de peli de Almodóvar". Sólo el dibujo de "impidan que los niños viajen solos" ya vale la pena.
Y Benjamin y Ballard en la misma frase... el tito Ben es de cabecera desde que leí sus textos de juventud, en particular la metafísica de la ídem. Casi me gusta más que sus tesis sobre filosofía de la historia. Otra cosa molona es lo de los pasajes, pero, anda que no es caro el libro ni ná. Lo leí mezclado con Adorno y uf... Y Ballard, qu'est ce que je peux dire on Ballard? Crash. Qué tipo.
Ël sube al ascensor y se oye la voz en off que dice :Angel, te vas a condenar. Y Angel responde: Si, en el Infierno...y el ascensor comienza a bajar y bajar y bajar, y bajar...
Con-cen-tra-ción de respuestas:
Óscar: la suya es un tanto spooky, pero chana. Especialmente las narraciones micóticas. Veo que La ciudad vampiro figura entre sus libros favoritos, también lo hace entre los míos, da muchas risas.
Estrellita: si le ha gustado lo del ascensor tengo un análisis de la ametralladora que es maravilla pura, pero me la reservo para una caida de visitas en el blog. ¡Ah! he encontrado una ilustración del bueno de Otis haciendo su demostración (espero que esta vez funcione el link)
Aura: ¡qué responsabilidad! Pero lo intentaré. Barcelona es un pueblico pequeñico pequeñico. AÑOS hace que busco el primero (I) de los Black Heart Procession y nada, bajado de por ahí y quemado de mala manera. ¡Eh, claro!: los discos I, II y III de los Black Heart etc. también son altamente ectoplásmicos. Recomendados quedan.
La perse: he plagiado su batería de respuestas, espero sea copyleft. En el edificio de un familiar of mine tienen un ascensor de madera de principios del XX ¡con banquito! ¡Sís! ¡Y vive en el sobreático! De chiqui no las tenía todas conmigo, pero mis padres saltaban alegremente dentro de la caja. Delirio de Nueva York es La exhibición de atrocidades de la arquitectura. Y ¿qué me dice de Dirección única? ¿No es como el blog del tío Ben?
Anónimo: sé quien es esta vez, y sepa que es seguro que usted... arderá.
quiá, después de una vueltecita por el infierno dantesco, he decidido que dado mi osadía, el fuego no me está designado...hay alguna que otra bestía que husmea dentro de su cueva el rastro de mis pecados
Funciona el link y además me ha encantado la foto. La guardo en mi colección de grandes momentos.
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