viernes, septiembre 14, 2007

Necrospectiva

biblioprecario

I.

Entre la idea y la realidad,
entre el movimiento y el acto

Cae la sombra
, cae el ojo,
y del ojo caído sólo emerge una parca necrospectiva,

la visión oscura, globo izquierdo

Necrospectiva, tráeme los cuerpos brillantes, delgados, en sus ángulos muertos,
Necrospectiva, tráeme una acuarela de cuervos volando a media noche.


El lugar de túneles: no más sueños en la torsión nocturna
Funestos amaneceres en reproducción continua y
Escarapelas del terror

Necrospectiva, tú, sierva,
doblada bajo el eje de la muerte me traes el paisaje sumergido

Necrospectiva, tus confidencias son el murciélago
Es un plano de vibración tendido, es el murciélago

Es un valle escondido en un punto ciego, es el murciélago

Es un error sin latitud; una isla que salva: es en la copa tenebrosa de sus árboles que siento al murciélago

II.

Joe, lo sabes,
cuando fue señalado el segundo norte
te ausentaste del inventario de los cuerpos
Joe el muerto, lo sabes,
Tú mirabas a través del ángulo necrospectivo

El ojo se sumerge bajo la tela

Allí, entre ese manglar de piernas,
el plano vibratorio se hace sentir,
eres tú, Joe, tú eres el murciélago

Cae la sombra, cae el ojo
y en el frío, ahí estás, Joe,
viejo muerto,
Solo, cabalgando sobre ese ángulo necrospectivo


La cara es blanca, la cara es cera que se transmuta

Ha sentido al murciélago

Ha mirado por la cerradura, ha encontrado un cuarto oscuro,

y en él: tú,
viejo, viejo muerto Joe
flotabas en el centro de la habitación como una una vieja manta-raya hecha de frío.

--------------


De 1998 a 2001 estuve en un programa semanal con un amigo en Radio Bronka, una radio libre más bien en la onda punk-carbonaria de Nou Barris. Había heredado el espacio de otro colega que acabó retirándose a pastos más teóricos harto de gastar saliva y, durante un tiempo, respeté como a una virgen tanto el título del programa Pensar hablando como la temática radical centrada en torno a la crítica al trabajo y demás.

Durante un tiempo.

Más tarde, afianzada nuestra posición en la parrilla gracias a mi compañero de programa, un santo varón que se chupaba las asambleas y
demás jolgorios de la radio, y dado que los contenidos habían migrado mucho hacia lo literario y hacia la música siniestrilla, decidimos ceñirnos los lutos y cambiamos el nombre por Necrospectiva. El "poema" de arriba era el texto de entrada y despedida habitual en la nueva época.

Y digo habitual porque el asunto se resolvía in media res y un poco atropelladamente; podíamos entrar de cara o de aleta y salirnos de la franja como un bombardero israelí: como sin darnos cuenta.
El caso es que, amenudo, en las asambleas o en algún corrillo vegano, surgían las dudas sobre el mensaje de nuestro programa y entonces entraban las urgencias, se olvidaban las oscuridades y cambiábamos elementos al buen tún tún: dar más formalidad, recortar los clamores, sonar más políticos... total, un collage y una amalgama. Que no las teníamos todas con nosotros. Más bien al contrario.

Y no era para menos. Nos flanqueaba por arriba el desaforado Anarkía y Agua Fría, programa conducido por musculosos straight edge que llevaron sus asuntos un poco demasiado lejos (hasta un sumario abierto en un edificio con cristales espejados de Madrid, nada menos) y, por abajo, Juicio a la justicia, lamento continuo por
las víctimas del sistema judicial capitalista que todavía está en antena y que... en fin, sería demasiado largo de contar aquí y, sobre todo, muy, muy aburrrrridoooo, pero, resumiendo y entre nosotros: los de arriba acabaron figurando como objeto de lamento de los de abajo. No sé si me explico pero aquí lo dejo. Y hago bien.

Creo que Necrospectiva tenía aún menos audiencia que este blog. No sé, ¿nos llamaron pocas veces a la radio no? [me dirijo a mi amigo del programa: me consta que se pasa por aquí de vez en cuando] Por la trastería de mis cajas corre algún k7 de la época. Si los humores se concitan con el influjo de Saturno igual algún día os torturo con un streaming.

Chisporroteos en la lengua. Hachís en el aire. Pankys con acento andaluz. Arroz vegano. Dedos amarillos. Capuchas negras. El tabaco apesta tatuado en el estómago en letra berliner de 90 puntos.

4 comentarios:

DINERO GRATIS dijo...

"acabó retirándose a pastos más teóricos"
¡Cómo eres, chici, como eres!
Enfin, Colega no es lo mismo que amigo, pero algo es algo.

sublibrarian of the year dijo...

Jó tío ¡qué susceptible! Pero a ver, ¿fue o no fue un retiro a pastos más teóricos?

Porque tú coincidiste con los cenetistas carbonarios pero te libraste de los straight edge que hacían masters de panadería de seis años en Alemania... que lo del tatu y lo demás es estrictamente vero.

¡Wow!

¡Qué raro hablar de todo esto aquí! ¡Parece que haga mil años!

De locutor a cineasta, a ver si cuelgas un yutubo y vemos un teaser de la peli.

Pen-sar... ha-blan-do, es-tar... es-tan-do y ¡na-dar... na-de-an-do!

Mundo Espejo dijo...

Parece que hayan pasado mil años, mil años de chupar asambleas de ésas que no se vota y hay que esperar cuatro horas a que llegue el consenso. Y mil años de oír misas anarquistas en los diferentes programas. Porque en realidad Bronka era una especie de COPE anarquista, con perdón por la comparación. Punk, veganismo, esperanto, hardcore, y un continuo contar penas y desgracias y resolver el mundo llamando reformista a todos los demás. Y allí nuestro programa, dando la nota. No tuvimos ni una sola llamada de oyentes, y recibimos un mail, sí, uno solo, y ni siquiera era para criticarnos, que siempre mola, sino para felicitarnos. Yo tengo aún varios cd's con grabaciones, y nunca los he escuchado en todos estos años, es como si el demonio estuviera allí, comprimido entre las superficies magnetizadas, agazapado, esperando que un incauto los oiga, y libere al demonio, y éste te posea, y nunca más te puedas librar de él.

sublibrarian of the year dijo...

Y Punk pronunciado a la maña: ¡PUN!

Todavía me acuerdo ¡ay! del saludo de Anarkía y agua fría ¡Salú y Pun!

¡Y a las asambleas me han dicho que la peña se llevaba el bokata!

¿De qué se hace el bokata un vegano? ¿De sanfaina? ¿Es correcto el uso de aceites vegetales refinados según los evangelios straight edge? ¿Cómo convivían aquellos jóvenes sanotes y encapuchados con el olor pastoso y constante a ful?

Era joven, inocente, y esas cuestiones ni se me ocurrían. Hoy sus interrogantes malogran mi sueño.

¡Destruye las pruebas! ¡Por lo que más quieras! ¡Destrúyelas!

El muerto que me espera, el loco que me habita...