viernes, julio 21, 2006

(Smog)




Smog - rock bottom riser


Lo he hecho otra vez, he colgado un vídeo del Tubo. Es tan bonito... tan hipnótico.

Pero... ¡ay! ¡Esa maldita culpabilidad!

El blog, al menos como me lo planteo, no debería limitarse a ser el expositor de los propios gustos, un lugar donde se recoge la selección de nuestros objetos digitales favoritos: mp3 y vídeos contra el fondo de los post como plumillas en su estuche. Microcatálogo de nuestras preferencias fugaces

Así que ahí va este META de consolación.

I.

El blog es la expresión mínima del Proyecto, su crónica y su apostilla. Una venganza sobre la agenda que pretende destronarla como género mayor de nuestras vidas, pero que sólo consigue obtener una satisfacción parcelaria en el proceso. Su producto más conseguido muestra su presencia desmigajándose en breves notas en el intersticio. Porque el blog hilvana mediante lo reconocible y personal aquello de inhumano que se destila de la vida cotidiana; ese demonio que encuentra su esquematización más adecuada en la agenda: una parrilla de horas a llenar con la secuencia de nuestras precarias estrategias.

II.

El diario fue un género en sí mismo, casi al nivel de la recopilación epistolar o las memorias. El blog, en su bastardía, obtiene algo de todos ellos, pero como objeto precario aspira a sus potencias nutriéndose de las limitaciones de cada uno. En esos chats de tema mí mismo en los que todos opinan sobre lo anecdótico reconocemos el vicio epistolar; la vieja perversidad exhibicionista del diario secreto sólo hoy es completamente saciable en la inmediatez de la publicación telemática; la tentación popular de citarse a uno mismo es la excusa de memorias prospectivas que se justifican tautológicamente: yo siempre he dicho... tramposa autoridad de una vida aburrida. Como posibilidad de forma, pues, el blog está aún por construir: aún en su multiplicidad expresiva su estilo resulta demasiado reconocible como fanática adhesión al manierismo.

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¡Bueno, lo que faltaba! Si las novelas con protagonistas escritores y reflexiones sobre la escritura son lo más aburrido del mundo, ahora nos viene este con marcianadas sobre llevar un blog.

Nuevamente: ¡ay!

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ACTUALIZACIÓN: os podéis bajar el vídeo desde esta página
(para visualizarlo se necesita el Quicktime 7.1 o posterior; se descarga el programa aquí)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

manchas de tinta transformandose en su discurrir, es un ejercicio de la infancia no? gotas de tinta expandiendose en el papel humedo, globos de tinta estirados con el pincel, figuras de tinta simetricas a descifrar en el papel plegado,
de donde lo sacaste?
maravilloso!
(la chapita podria ser algo asi)

Anónimo dijo...

gracias Jimi, que delicia de niebla.

sublibrarian of the year dijo...

A que es muy chulo! lo encontré por causalidad en el Tubo. ¡Eh! Buena idea lo de la chapa.

Y gracias a ti también usuario anónimo 2 por el comentario.