lunes, septiembre 18, 2006

Reunión por la paz en el mundo

La cosa fue más o menos así.

Estaba callejeando por el centro en busca de algúna mercancía que dulcificara mi trayecto a la biblioteca en la que digo que "trabajo", osea, de compras compulsivo-furtivas con esa gestualidad que te delata a los amigos militantes que nunca repararían en ti de otra forma, ¿había dicho ya que soy un okupa con gato, alquiler, mala conciencia y peor reputación? ¿Que sí? Bueno, pues en esas estaba, rondando la tienda de Desigual como un agente de la CIA el cuartel de la Stasi (y no exagero lo más mínimo, os lo aseguro, cuando os digo que temblaba ya de pura angustia pre-RENFE) cuando en la misma puerta de entrada ví el cartel. LO VÍ. LO VÍ.

Aquella monstruosidad nos desafiaba a mí, a la realidad entera y de refilón a la segurata de la tienda (¿o acaso lo habría fijado ella sirviéndose de aquellos taimados cacho-celos de empaquetar ?) con su fosforescencia de instituto. En aquellas circunstancias de ánsia consumista me cogió por sorpresa, y no pude obligarme a apartarlo a ese trastero mental que no se abre sino después de diez cervezas, así que fotografié el cartel (ay amigos, sí, lo hice) con mi preca-móvil:

Y aquí arriba lo adjunto para bien, o, seguramente, para MAL. Y no lo transcribo porque lo que importa se ve regular así, y además hay cosas que mejor no pronunciar dos veces. Pero si me detendré en abrirle ficha en toda su tenebrosa grandeza:

  • Disposión collage sobre una cartulina amarilla fosforescente (técnica mixta). Encabeza parte de una Edelweiss -¿el original estaba incompleto? ¿no cabía en el marco de la cartulina?- encontrada y recortada de una revista (presumiblemente). En el centro, una impresión DINA-4 en blanco y negro de una diapositiva de powerpoint personalizada informa sobre lugar y fecha de una "reunión por la paz en el mundo" porque ya está bien hombre. Como pie, otra foto encontrada y recortada; esta vez, un pez rojo entre coralines.

Y ¿no es cierto que resulta demasiado amateur? ¿No exuda ese clasicismo sintomático que si se coge a tiempo conduce -sirenas, luces naranjas, voces susurrantes- a una terapia química de larga aplicación? En fin, y de eso trata este post ¿No suena todo demasiado psicótico? Me estremezco sólo de ver la jodida fotografía.

La Edelweiss sin duda contiene información sobre un acontecimiento, aún en su despliegue inicial, que pronto se dará a conocer. Pero lo que más me inquieta es el pez rojo del pie del cartel. ¿Qué significará?

¿Una adhesión semi inconsciente al cristianismo primitivo?

¿Una advertencia sobre la gestación de una comunidad que adoraría al anticristo bajo la forma de un seitán encarnado?

¿Un último cripto-mensaje del CESID a agentes desaparecidos durante la guerra del fletán?

¿Un anuncio de que el próximo ataque salafista consistirá en estrellar un submarino cargado de fuel contra el puerto de Lloret?

Y vivimos rodeados de confusión y oscuridades.

... dentro de una hora tengo que volver a coger el tren...


Y ahora una cancioncilla para atravesar el Vallés Occidental sin apenas inconvenientes.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

estoy contigo, inquietante el pececillo que no por rojo, si no por ir por aguas tenebrosas. Pero lo de la cartulina amarilla fosforescente...es demasiado...me ha recordado otro anuncio que vi hace poco en una cartulina verde que decía "agradecería se pusiera en contacto conmigo urgente ¡no lo dude, confie en nosotros!, salí corriendo hasta perderme...en el ruido de la calle

sublibrarian of the year dijo...

¡Hostias qué miedo! Ese cambio de número es de escalofrío, brrrrr. Algo se está cociendo seguro...

Cierto es que el pececillo nada en aguas tenebrosas.¡Buen ojo! Hummm. ¿No pertenecerá vd. a la Federación para la Paz Universal? ;)

Anónimo dijo...

...ahora que lo dice...

Anónimo dijo...

esto es obra del padre mundina.

sublibrarian of the year dijo...

Si Él está en el ajo es peor de lo que me pensaba!!!!