En la cajita paralelogramática que llamo "el cargador de mi revólver" guardo cinco esclavas de la saliva. A la primera la llamo "la primera" cuando miro el cielo de la estación, ella lo sabe, y ese es el lápiz con el que a fuerza de no tener manos ha rotulado la cabellera apisonada de su cráneo de acero. No es segunda la segunda por vocación, ni por ser una "i" a la que por minúscula parecería lógico querer olvidar, "i" es dos porque en secreto lleva mi nombre ahogado en el lago de plomo. Ni la tercera ni la cuarta merecen el viento, en la intimidad de sus cápsulas de recámara perfecta se agotan por detener el amor culpable de las siamesas; son hermanas, pero saben que ningún velo caliente las atrapa. Quinta es Cerbero y nadie más que yo sabe de ese metal que ya ha sido disparado.
8 comentarios:
...dos aspiraciones y una expiración, temblores sobre los párpados cerrados y en mi pensamiento siempre un nombre.
Ajá,
¡Veo que has visto lo del nombre!
Ergo, ¡eres un anónimo conocido!
¡Te pillé!
De una cosa estoy seguro, no es lápiz ni teclado de ordenador lo que usas... tal vez cincel de plata?
¡Ahora sí que te he pillao!
Por cierto que buenísima la sesión.
Enchufado y en bici; suena esa canción tan larga y de pronto suben los teclados y ¡¡NANANANANANANA!! y parece que voy a echar a volar.
También muy buena la de
Eres una má-qui-na, e-res u-na pie-dra, e-res u-na plan-ta, e-res u-n a-ni-ma-li-to má-qui-na...
Gracias!
puedo prometer y prometo que el autor del comentario no soy quien crees.
Doy fe.
me he comido "primer"
...sólo el creador lo conoce...,ergo
ergo el concepto de infinito debe provenir de Dios...
Queridos usuarios anónimos,
Se me alinean por alturas y se numeran según el orden de los primos incrementales, que me tienen con-fun-di-di-to.
En todo caso gracias a los ¿dos? por los comentarios.
Por cierto, yo tampoco soy ese que yo me imagino, de veras, y hoy voy a verme por dentro.
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