martes, abril 06, 2010

pensé en un pincel dibujando un círculo negro

I

En mi sueño ella me había dado la última oportunidad para salvar "lo nuestro" así que nos citamos en el centro para "hablar" y "tomar algo".

II

Nervioso como estaba, decidí no apurar el tiempo y acabé llegando con media hora de antelación a la esquina donde solíamos encontrarnos .

III

Aquella media hora prometía ser una agonía de anticipaciones, de escenas imaginadas y de hilos argumentales que me conducían a lugares a los que prefería no acercarme.

IV

Lugares a los que las circunvoluciones de mi mente acabaron entregándome, solícitas.

IV

Pero por una feliz casualidad, a una manzana de allí se encontraba una de las tiendas de discos de segunda mano por las que me dejaba caer de vez en cuando.

V

Que solía frecuentar, para ser sinceros, con más asiduidad de la que mi sueldo me permitía (uno de los reproches que ella, con razón, me echaba en cara).

VI

Emparedado entre la última oportunidad de salvar "lo nuestro" y la impaciencia consumatoria del coleccionista que se sabe en disposición de un tiempo que matar, me encaminé hacia la tienda.

VII

Era uno de esos establecimientos para treintañeros: anuncios de acontecimientos deathmetal y bancos de cd's dispuestos según taxonomías de compromiso: Nuevo Rock Americano, HC (Costa Oeste), Folk Ácido. Ese tipo de cosas.

VIII

-Estamos a punto de cerrar

IX

- Será sólo un momento

X

- Ffffmmvale

XI

4 comentarios:

Anónimo dijo...

por favor, continúe usted; me tiene sobre ascuas.

Ma

Estrellita Mutante dijo...

Por cierto, que vuelven a fabricar polaroid (máquinas y película)

Anónimo dijo...

también lo puede titular:
"curiosidad que me desconvoco de una cita"

amm

sublibrarian of the year dijo...

Ma: el sueño era más complejo, de esos líos saltarines de los sueños. Pero no me acuerdo de más. Miento.

Estrellita: chachi!

amm: me sucedía mucho con las asambleas, cuando había asambleas me refiero. Ahora me pasa con la hora de la comida o con la del desayuno, la curiosidad se me lleva por ahí como un Pigmalión dspersante. ¡Qué aburrido es comer!