jueves, mayo 15, 2008

This man refused to open his eyes

... acomoda directamente la cacha encima de la mesa -ya no tengo mostrador que me proteja- y me suelta, como si yo no fuera el bibliotecario, entre fruncimientos de cejas y titubeos elocuentes, que a ella le oprime saberse día tras día encerrada, condenada, cuatro paredes en el trabajo, cuatro paredes en casa, y que sino fuera por lo que le costó pasar el temario administrativo, por los niños que son la alegría de su vida y por su marido, claro, que si no fuera por todas esas cosas entonces todo sería diferente, más complicado, y solitario sí, y más... ¿más? -pregunto sin obtener más prueba de interlocución que un extraño parpadeo en cuatro fases- no sabe qué más, algo más, másss... independiente sí eso, independiente -me asombra como pronuncia la palabra, y casi alcanzo a percibir en su entonación las cursivas que reproduzco en este texto de forma tan sumaria- porque entonces sí que de verdad sería una mu-jer -e imprime verdadero énfasis en la sílaba JER- una mujer con un par de ovarios, una persona capaz de dejar atrás la seguridad y empezar otra vez y penetrar en la vida, sí, en la vida y sus riesgos, riesgo de fracasar por supuesto, pero también riesgo de ser feliz como sólo siendo entera, fuerte e independiente sabes que puedes llegar a ser, asumiendo lo bueno que depara el futuro, pero también lo-no-tan-bueno, lo malo vamos, que ahora no lo llamaremos de otra forma porque seamos compañeros de trabajo y no nos conozcamos bien, es decir "mucho"–lo cual me tranquiliza y me inquieta a partes iguales- … en fin, como decía, lo malo, que también lo hay y... -me escruta- Sí, sí, tú ríete, ríete -pero el timbre ávido de su monólogo me disuade de hacerlo- ya tendrás tiempo para darte cuenta, ya, y eso que acabas de salir al mundo como quien dice, pero pronto entenderás lo que hay suelto por ahí... –cof, cof, cof- porque mira... -rodea mi muñeca con su mano, que noto templada y algo áspera- ya te he visto hablando con la "tal", que parece que vive aquí y no sé cómo lo hace pero siempre que la busco me dicen "ha ido un momento a la biblio", bueno, pues esa a ti te contará las penas, pero antes del cambio de director su ascenso fue por los faldones de la cama -retira súbitamente la mano que agarraba mi muñeca- y si la “tal” está deprimida ya me gustaría a mí una depresión como esa, que le hicieron una oposición como si hubiera ido al sastre ¿eeeh? A me-di-da. ¡Hombreee! Todo se sabeeee... Y de ella, más, o si no a qué venía el numerito de la última inauguración, ¿eh? ¿A qué venía, dime? No claro tú qué vas a decir si llegaste después –incorrecto, pero a partir de aquí al menos dulcifica el tono- pues sólo te digo esto: de vergüenza ajena fue. Y ahora va lloriqueado por los rincones "aquél no me habla", "ahora me tienen de administrativa y soy nivel 24" ¡pues lo te lo me-re-ces gua-pa! ¡Ya te tocaba! ¡A ver si te hacen caso sin Sultán! ¡Psé! Pero bueno -si en este momento ella estuviera fumando exhalaría una bocanada de vindicadora satisfacción hacia el firmamento- a todo el mundo le llega lo suyo. Y cambiando de tema ¿tú cómo vas? ¿Te tratan bien? ¡Como un rey estás aquí, eh! Claro... -pausa incóoooooomoda- ¡Uy pero qué hora es ya! Venga, otro día hacemos un café y hablamos con más calma. ¿Estarás por la tarde? Calor tienes aquí ¿no?


[... y si se preguntan qué fue de su sublibrarian pues eso de más arriba fue: una cacofonía de interlocutores, estilo indirecto y desintegración novel; el seismo que cuando al fin llega se engrosa bajo los párpados y te damnifica para siempre]